“Les Journées Particulières”
- by PGF
- 23 may 2016
- 2 Min. de lectura
El pasado viernes tuve el placer de atender a “Les Journées Particulières”, organizado por el grupo LVMH para todas sus marcas. En donde pude admirar de cerca y en un día laboral normal, el trabajo de la fábrica Loewe situada en Getafe.
Es el tercer año consecutivo que se realiza y siendo una incondicional de la moda y tan curiosa como soy, sabía que me iba a gustar, pero no imaginé que sería tanto.
La visita consistió en realizar el recorrido literal que realiza "un bolso" (más bien sus materiales) desde que llegan al muelle de carga (accedimos a las instalaciones por ahí mismo), hasta que sale confeccionado tal y como se puede adquirir.
Es impresionante ver que a pesar de que evidentemente cuentan con maquinaria industrial (muchas de ellas son originales e incluso alguna de 1800 y obviamente 100% mecánica), el trabajo es absolutamente artesanal, es decir que cada máquina está controlada y dirigida por un especialista. Desde troqueladores, remalladores, cortadores, selectores de pieles, etc. todos ellos con una dedicación específica y única que confiere una calidad inigualable al producto.
Ver, tocar, montar era posible! y yo no daba abasto a tanta maravilla... me hubiera quedado en cualquiera de los puestos.
Pero si hubo una zona que me encantó, esa fué la sala de selección de las pieles. Donde se escogen las mejores y más adecuadas a cada colección. Un mosaico de colores y texturas. Qué de ideas, que ilusión... Todo, ¡Tan estético!
Finalmente y una vez que el proceso de fabricación concluye y ves el producto acabado, tan perfecto, tan equilibrado y tan bonito, te das cuenta de la excelencia del trabajo, del valor que tiene el trabajo artesanal. Al final resulta que la relación calidad precio en productos tan cuidados es más que buena. Sin duda es la mejor estrategia de marketing y fidelización que pueden realizar las marcas de lujo. Acercan el producto al cliente que no lo ve como un gasto desmesurado, si no como el resultado del mimo, la entrega y el cuidado por el cliente... neuromarketing puro (lo siento, pero me sale la vena marketiniana...)
La visita acaba en el "museo", que no es tal, ya que tampoco está abierto al público habitualmente, y donde se guardan joyas de la marca, como el título de "Proveedor de la Casa Real" concedido por Alfonso XIII, herramientas antiquísimas que ponen en valor el trabajo artesanal de la firma (muchas de ellas muy comunes a la sombrerería), un libro de cuentas, pañuelos, bolsos, maletas, artículos de regalo, un ajedrez, maletines de aseo personal y un curiosísimo "set" de afeitado realizado en piel de cabra y ternera de finales del s XIX. Un deleite para la vista.
La verdad que además de lo fantástico de la visita en sí, hay que poner en valor la exquisita gestión y el trato inmejorable, que también es imagen de marca.
Sin duda esta maravillosa iniciativa se repetirá muchos años más, ya que convence y resulta muy atractiva para el público en general.
Os dejo el video de la propia marca en el que se resume perfectamente la experiencia.
A DISFRUTARLO!!!
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